jueves, 10 de septiembre de 2009

Despedida y cierre

Mis bolsillos parecen el album de un coleccionista de monedas y billetes. ¿Qué moneda cogeis aquí? euros en mi próximo destino...


El día 6 de Septiembre dejo Taiwan. A las 22:30 hora local sale mi avión: Taipei-Bangkok-Amsterdam-Madrid. 23 horas más tarde llego a Barajas. Se acabo la aventura.
Una experiencia, una tierra y una gente maravillosa.


Gracias al NSC por darme la oportunidad de venir y a aquellos con los que coincidí y me acompañaron: Allen, Antonio, Ester, Marian, Martín, Luis, Tania, Gordon, Vincenzo, Navid, Edouard, Michal, Chiuaua, Emma, Lin, Jack, Terry, Rara, Pei, Yvoh, Huang, Miquel, Megan, Iris, Fei, etc.
Gracias a todos los que os habeis divertido leyendo el blog, a los que os habeis aburrido y a los que entrasteis una vez y decidisteis no volver a hacerlo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Comida, religión y otras curiosidades

No, no se trata de que piense que la comida es algo religioso, si bien se trata de mi pecado favorito de aquéllos de los que se puede hablar para todos los públicos.

La cocina taiwanesa el resultado de la mezcla, de la combinación, de recetas provenientes de disitintas tradiciones: la aborigen, China, Japón, etc.

Al margen de productos extraños tipo serpiente, ratón o tortuga, los platos son sencillos y no muy especiados incluyendo verduras y pescados hervidos con salsas de soja, salteados con carnes de cerdo y vacuno, productos de mar: gambas, sepia, calamares, ostras. Todos ellos acompañados SIEMPRE de arroz o de pasta.

La olla caliente (hot pot) es muy típico aquí. Hay restaurantes que lo ofertan en su versión japonesa (cada comensal tiene su caldo) o en la taiwanesa (el caldo es compartido). La olla caliente es el Ikea de la cocina. Te sirven un caldo (de curry, picante, de leche con frutos medicinales, con especias del pacífico, etc) y pides distintos verduras, pescado, carne en finas tiras o lo que quieras que vas echando al caldo hirviendo para que se cocine. El cocinero no tiene mucho trabajo.

Los productos de casquería son muy comunes en Taiwán y los mercados nocturnos están llenos de puestos que ofrecen riñones, tripas, sangre, garras de pollo, cuello de pato (servida con su cabeza claro está), etc.

Si tuviera que escoger los platos más representativos elegiría el tofu apestoso cuya aroma, que hace justicia a su nombre, inunda los mercados, la tortilla de ostras, una auténtica delicia, la sopa de ostras, con tofu y algas (sin duda he comido más ostras durante estos meses que en el resto de mi vida), el pidán o huevo de los cien años, se sirve con tofu y pescado seco. Su aspecto es verdaderamente desagradable, pero si logras vencer esa primer impresión probaras un bocado suculento. Finalmente los dumplings.

El dulce más popular son unos bollitos, parecido a un mazapán rellenos de crema de piña. Las frutas son excelentes: mango, papaya, guayaba y el exótico durián. Zumos de todo tipo hechos al momento .Tés fríos con bolitas de gelatina que parecen gominolas. Tofu dulce con hielo y judias o cacahuetes, etc.

En Taiwan la influencia por la ocupación japonesa se deja notar en la cocina. Hay multitud de restaurantes japones. Que no sólo ofrecen unos excelentes sushis, también anguila. Maquis gigantes rellenos de surimi, verduras , tortilla o jamón york son comunes en las tiendas 24 horas. Mención especial requiere la hamburguesa japonesa. Una hamburguesa hecha con arroz compactado en vez de pan.

No puedo cerrar esta sección sin acordarme de la cerveza taiwanesa...¡Taiwan pijou!


Religión

La religión mayoritaria en Taiwán (a excepción de Lanyu donde es el catolisimo) es el taoísmo. Si bien se mezcla con budismo y confucianismo.

El confucianismo no parece ser una religión en el sentido en el que estamos acostumbrados a entenderlo. Los templos de Confucio son centros educativos principalmente y según he entendido (las impresiones en materia religiosa que aparecen aquí derivan de mi experiencia particular y lo que me ha contado la gente con la que me he cruzado o lo poco que he tenido oportunidad de leer, si alguien quiere información fiable que compre un libro) la gente venera a Confucio como un personaje histórico al que respetan y admiran más que como a un ser sobrenatural.

El taoísmo actual poco tiene que ver con las enseñanzas de Lao Tse. Multitud de dioses antorpomórficos componen el panteón taoísta que recuerda al de la Grecia clásica. Muchas deidades son grandes guerreros o gobernantes importantes o legendarios. Tengo la impresión de que muchos dioses taoístas vienen ser algo parecido a los santos del catolicismo: la gente acude al templo para rezarles y pedirles favores. Cada dios lleva un tema, así que hay que saber a quien pedir que (ignoró que ocurre si le pides encontrar pareja al que se encarga de la prosperidad económica). Entre los más conocidos está Matsu, dios del mar, Guan Gong, un general que vivió en el siglo III y al que se reconoce por su cara roja o Hsiahai protector de la ciudad de Taipei.

Para rezar la gente quema varas de incienso y hace reverencias frente al altar. El acto religioso parece algo menos “íntimo” que en otras religiones como el catolicismo o el islamismo. La gente habla normalmente en el templo y nadie objeta que haga fotos mientras rezan.

Durante el mes de julio del calendario lunar, las puertas del infierno se abren y los fantasmas visitan la tierra. Hay multitud de celebraciones destacando el desfile que celebran en Keelung. En las puertas de casas, negocios y templos, la gente saca bebida y comida para ofrecérsela los fantasmas y por todos lados queman dinero (estampas que lo representan) como ofrenda a los fantasmas (resulta curiosa la imagen de un tatuador con unas espaldas de dos por dos, cresta y piercings por toda la cara quemando papelitos en la calle). La quema de “dinero” está prohibida en Taiwán el resto del año y una pequeña chimenea cerca del templo de Confucio es el único sitio donde puede hacerse está ofrenda fuera de este mes.

No hay apenas templos budistas, mucho más sobrios que los taoístas, propiamente dichos (solo he visto uno). Si embargo muchos templos taoístas cuentan con capillas con un buda. Budismo y taoismo parecen complementarios aquí. El budismo aporta la busqueda de la paz y el taoismo el apoyo de las fuerzas sobrenaturales.

Cada barrio tiene un templo y cada mercado crece alrededor de uno. Entre los templos que he visitado destacan el de Guandu, por ser el más antiguo, su belleza y tamaño y el de Longsham (el más importante de Taiwan), el templo de Confucio, donde más de 50 tablas recogen sus enseñanzas y el del pequeño mercado de Dinhua.

Mercados nocturnos

Creo que una de las cosas más interesantes que ofrecen las ciudades taiwanesas son sus mercados nocturnos. Durante el despertar económico de la isla las largas jornadas de trabajo centradas en la manufacturación de productos obligaban a que el comercio se hiciera de noche y así fueron proliferando estos mercados.

Me encanta el ambiente que tienen. Cuando cae la tarde la noche las calles se llenan de luz y de gente y hacen que la ciudad parezca viva. Sin duda un lugar ideal para pasear y picar algo al llegar la noche.

Cada mercado tiene su esencia y son muy distintos unos de otros: Shilin, el clásico; Shida, como alternativa al anterior; Ximen, ultraconsumista; Dihua donde conseguir los ingredientes de la antigua medicina china; Shipai y sus delicias culinarias al lado de casa o Keelung si lo que buscas es pescado.

Si vas a Taiwán no puedes perdertelos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Un día cualquiera...

...no sabes que hora es. Aunque deberían ser las las 8 de la mañana aproximadamente. Si es mucho más tarde el bus que va hasta la universidad pasa cada media hora y la espera es insoportable.
Desde mi casa hasta la parada del autobus hay un paseo de poco menos de diez minutos. En el camino una parada en el hi-life, una de las multiples cadenas de tiendas 24 horas. Al entrar en la tienda, como en todas las de este tipo, una musiquilla da la bienvenida, y el dependiente de turno saluda con una frase que hace que empiece el día con buen humor. Durante el primer mes pense que me decían "good molnin'" y pensaba: que maja está gente que me saluda en inglés a pesar de no entender ni papa. Pero que me dieran los buenos días en inlgés en todas las tiendas y que lo hicieran también por la noche me parecía sospechoso. En realidad dicen "hen huanying" (suena como gonlin) que significa bienvenido. Es una expresión que no se puede pronunciar sin dibujar una sonrisa de oreja a oreja.


Un café frío (me he hecho adicto a las latas de café helado) y una especie de bollo cubierto de cebollino constituyen mi desayuno.
Enfrente de la parada de MRT (metro) de Shipai está la parada del autobus de la universidad. El bus cuesta 2 NTS y, en menos de 5 minutos, te lleva hasta la universidad. El camino se puede hacer andando, pero no es aconsejable pues la universidad está al inicio del Yang Ming Shan y el ascenso de poco más de 15 minutos hace que llegues empapado en sudor.

Por las mañanas no hay mucha gente en el despacho. Hay diversos seminarios en mandarín a los cuales por razones obvias no voy. Sólo los jueves es el seminario en inglés. Tres de las 7 charlas que componen el ciclo corrieron de mi cuenta.
A las 12 es la comida. Suelo comer con todos los miembros de departamento. Encargamos la comida por telefono, generalmente "vientong" que son lo packed lunch de los que acabe hasta la coronilla durante la semana de orientación y que me han seguido acompañando durante toda mi estancia (base de arroz compacto, huevo hervido en té algo de verduritas y algo de carne o pescado). En ocasiones japones o pasta varían el menú. La comida es en el seminario.
Algunos días la gente discute en chino con breves traducciones para mi, esos días como y me voy. Otros días la charla es en inglés y siempre resulta interesante: costumbres, religión, cultura, la dictadura taiwanesa.
Allen lleva el peso de la conversación. Su papel parece ir más allá del de profesor y director del departamento. Es una especie de padre o educador en todos los sentidos de los estudiantes. Así se desprende de su conversación y de la forma de atender a sus palabras de los alumnos. Aconseja lecturas, películas y actividades y cuando sale un tema interesante en seguida encarga a alguno de los alumnos hacer alguna pequeña investigación para continuar la discusión en otra ocasión.

Por las tardes aprovecho para comentar mi trabajo o el de algun compañero con aquellos que no caen dormidos (¡joder las siestas que se clavan aquí!).
Durante las primeras semanas a las 5 dejaba el departamento para aprovechar y visitar Taipei, quedar a cenar y tomar unas cervecitas. Después, dada la extensión que hacía de los fines de semana para viajar y el trabajo pendiente no me quedaba más remedio que extender la jornada.
La vuelta a casa siempre es a pie, cerca de las 9. Recorro los puesto de comida a pie de calle: frutas, pescados y carnes. Me acompañan olores intensos como el durian o el tofu apestoso.
La cena ofrece dos o tres alternativas: comprar algo en el 7-eleven o uno de mis dos restaurantes en la zona (aunque hay multitud de ellos estos son mis favoritos): uno de dumplings y otro de noodles.